Hace unos días tuve la gran suerte de asistir a un encuentro de blogueros en uno de los parajes naturales más espectaculares que alberga Extremadura. Me estoy refiriendo al impresionante Geoparque Villuercas Ibores Jara, reconocido como tal el 17 de septiembre de 2011 por la Red Europea y la Red Global de Geoparques, bajo el paraguas de la Unesco. Dicho reconocimiento, que se renueva cada cuatro años, se otorga a aquellos territorios que conservan un patrimonio geológico, ecológico, arqueológico, histórico y cultural de reconocido valor.
De todos los que asistentes, pocos conocían el entorno en el que nos encontrábamos, más allá del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad desde hace casi 20 años. Desconocidos, para casi todos, los caminos naturales por los que transcurría nuestra visita: riscos de reconocido prestigio, que albergan valiosas pinturas rupestres; encinas milenarias y árboles singulares; dólmenes consagrados a las ‘brujas blancas’ villuerquinas; rocas cuarcíticas que van dibujando la silueta del horizonte; riqueza gastronómica, que es la envidia de los mejores gurmés.
Los logros que el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara está consiguiendo en estos dos años que lleva de vida son dignos de ser mencionados. La labor de comunicación que están llevando para promocionar, difundir, dar a conocer, en definitiva, para poner en valor su comarca es sobresaliente. Poco a poco han ido incorporando las redes sociales como canal de comunicación con los visitantes, que reclaman cercanía y transparencia. Cuenta con perfiles sociales en Twitter (@VilluercasGPark) y en Facebook (Geoparque Villuercas), con 725 seguidores y 763 amigos, respectivamente. Su presencia es adecuada y su actividad, constante: interactúan con los seguidores, publican temas de interés, informan de las actividades previstas y realizadas, logrando, de este modo, una mayor visibilidad de cara a los visitantes. Pero debería hacerse algo más. Sería conveniente que sus empresarios incorporaran la comunicación digital con planes estratégicos de comercialización y marketing, y que desarrollaran páginas y perfiles corporativos para incrementar el volumen de negocio. Si realmente quieren mejorar la competitividad y la productividad de sus empresas, no vale esconderse. Deben abrirse al mundo y dar a conocer la geodiversidad del territorio. Que no sea sólo el tañido de las campanas del Monasterio de Guadalupe el que grite a los cuatro vientos la riqueza de su patrimonio. Que las instituciones, empresarios, ciudadanos… sepan rentabilizar este bien natural y trasmitan al mundo entero, como corresponde, la valía de sus recursos naturales y turísticos como fuente inagotable de riqueza.
Este esfuerzo de comunicación del geoparque extremeño debe ser exportado a los 98 geoparques de todo el mundo, 58 de ellos en la Red Europea, de los que 8 son españoles, que están esperando a ser descubiertos como territorios singulares y destinos turísticos de experiencias únicas. Los gestores de estos espacios tienen el deber y la obligación de divulgar y difundir lo que estos insólitos parajes albergan. Inviertan en #Geo-comunicación.
¡Merece la pena!
Gracias por la difusión. Post muy interesante y con un mensaje muy claro sobre el que tenemos que empezar a trabajar.
Seguiremos trabajando por mejorar cada día y sobre todo conquistando nuevos espacios sobre los que comunicar nuestro mensaje. Compromiso no nos falta e ilusión tampoco.
Lo se´. Enhorabuena! Seguid trabajando en ello.