Misterio en las urnas

Comenzaba la campaña electoral y todos los sondeos y encuestan apuntaban a un triunfo del PP en Extremadura y un descalabro del PSOE. Bien es cierto que los sondeos y las encuestas hay que entenderlos en su justa medida y según qué momento, máxime cuando son encargados por alguna entidad concreta. Es en estos casos cuando se habla de ‘encuestas cocinadas’.

urnaAl margen de eso, no estaba claro que el PP fuera a aumentar su número de votos aunque sí parecía evidente que el PSOE iba a bajar, por dos motivos. En primer lugar, porque la desafección de los ciudadanos es un tema generalizado. Cansados del tradicional bipartidismo, los votantes buscarán otras salidas depositando su voto en los nuevos partidos que están surgiendo. Indudablemente, el voto de la tradicional izquierda estará mucho más repartido y eso provocará, si no el descalabro, sí la bajada de escaños del PSOE.

El segundo motivo de la ‘supuesta’ caída del PSOE era el error del líder socialista, Guillermo Fernández Vara, de no haberse separado a tiempo de Zapatero. Vara nunca se ha salido de la línea oficial que ha marcado el PSOE y eso parece haberle llevado casi al ostracismo. De esto se ha sabido aprovechar el PP, que durante toda la legislatura no ha contado con una clara oposición.

Es cierto que los extremeños siguen teniendo las mismas preocupaciones que cualquier otro ciudadano puede tener, tal y como recogen las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de marzo, y que no son otras que el paro, los problemas económicos, la corrupción y el fraude, seguidos del bajo concepto que se tiene de los políticos, de los partidos políticos y de la política en general. La pérdida de empleo y de poder adquisitivo es el mayor de los problemas de esta sociedad, en Extremadura y fuera de ella. También es cierto que, como en cualquier ámbito de nuestra sociedad, los culpables siempre son los máximos mandatarios y, en esta ocasión, los ciudadanos culpan, más que al PP, a su líder Mariano Rajoy. Esto ha sido, quizá, lo que le ha llevado a José Antonio Monago a desligarse ligeramente de la marca PP, por lo que la responsabilidad de nuestros ‘males’ ha recaído sobre el actual presidente del gobierno. Monago ha sabido entender que tenía que acercarse a ese sector de la población que es decisivo en estas elecciones, los jóvenes, y ha cambiado las claves de su comunicación. Las suyas y las de su partido. Ha desembarcado con toda la flota en el mundo de las Nuevas Tecnologías, ese mundo cuyos principales protagonistas son ese 96% de los jóvenes que utiliza internet a diario y ese 83% que utiliza redes sociales en general. Ahí ha llegado el PP con toda su artillería.

Así mismo, el líder popular se ha desmarcado de las líneas de su partido, aun siendo objeto de cierta mofa o burla, como con el video de los 2 sures o el último rap con los que nos ha sorprendido. Se ha desmarcado, incluso, de las siglas de su formación política. #HacemosExtremadura es el eslogan de la campaña de reelección del Presidente Monago en las autonómicas de 2015. Parecía haber ganado una comunidad, feudo socialista, devolviendo a los funcionarios la paga extra que eliminó Montoro, pagándoles los ‘moscosos’, reivindicando la rebaja del IVA cultural, bajando algunos de los impuestos en contra de las actuaciones del gobierno central…

Fuente: CIS
Fuente: CIS

Pero ahora la situación es otra muy distinta. La última encuesta que publicó el CIS relativa a los meses de marzo y abril daba la victoria en Extremadura al PSOE. Éste ha sido, quizá, el resurgir de un partido que parecía aletargado y de un candidato que, lejos de hacer oposición, aguantaba el tipo. El PSOE ha despertado de su estado de hibernación y ha hecho en este último mes lo que no ha hecho en cuatro años: estar.

Pero esto ya no es cosa de dos. Nuevos partidos han surgido en el lugar y en el momento adecuados y que han tomado fuerza en todo el territorio nacional gracias a la imagen de sus líderes: Pablo Iglesias y Albert Rivera. Podemos ha llegado para recoger todo ese voto de los ciudadanos desencantados, enfadados, defraudados con los partidos políticos actuales. Pero ya hemos visto que en Andalucía los resultados, dentro de ser buenos, no han sido los esperados. Ellos pretendía gobernar y ya han visto que no lo van a tener fácil. Poco a poco se han ido desinflando y probablemente ésa sea la tónica el día 24 de mayo. En cuanto al líder autonómico, Álvaro Jaén, un joven politólogo de 33 años, de Navalvillar de Ibor (Cáceres), con una trayectoria profesional eventual, que se encuentra haciendo la tesis doctoral en la Universidad de Extremadura. Un joven que carece de carrera política, pero que escuchó un día el discurso de Pablo Iglesias y le enganchó. Éste es Álvaro Jaén, desconocido por completo como la gran mayoría de los candidatos propuestos en el resto del país, cuyos resultados dependerán de la marca Podemos, más que de la suya propia.

De la mano de Podemos ha llegado Ciudadanos y su líder Albert Rivera. Hasta hace muy poco tiempo, en Extremadura éste era un partido sin estructura y casi sin cara visible. Su candidata autonómica, María Victoria Domínguez es una mujer que lleva muchos años en este mundo de la política. Ha sido candidata del PP, ha apoyado al PSOE, ha creado su propio partido, ‘Unión de pueblo extremeño, y ahora es la candidata a la Asamblea por el partido Ciudadanos. Para unos este baile de partidos supone poca integridad política por parte de Domínguez; para otros, sin embargo, la candidata viene a aportar su larga experiencia y su trayectoria en el mundo de la política. Eso lo conocen los ciudadanos, como también conocen los problemas que han tenido con el candidato de Badajoz, el cual presentó su dimisión hace unos días acusando a los responsables territoriales de actuaciones desleales.

Con este panorama abordamos, pues, un fin de semana que, más que nunca, es un fin de semana de reflexión porque, más que nunca, nuestro voto debe ser un voto responsable, lejos de castigos, reproches y escarmientos. Lejos de resentimientos y experimentos. Cerramos una intensa campaña para abrir una nueva, pero no menos intensa, etapa de pactos, alianzas y gobierno que, esperemos, no termine en desgobierno.

 

1 commentario
  1. Muy interesante su reflexión, eso que uno no cree demasiado en estos centros de investigación, porque si que acertaron, pero en abril, creo que es porque están empeñados en que los datos poblacionales de los votantes siguen una normal y bueno, eso no parece ser así…

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