El falso resurgir de la política

Cada vez que se aproximan unas elecciones y antes, incluso, de que comience la propia campaña electoral, aparecen una serie de constantes que a nadie se nos escapan y que giran en torno al resurgir de todo aquello que durante cuatro años ha estado casi en estado de hibernación.

apertura-constantes-vitales-corazonEl lunes veíamos cómo el presidente del Gobierno disolvía las Cortes y posteriormente comparecía ante los medios de comunicación, en esta ocasión físicamente, para hacer un balance económico de su legislatura. Ese mismo día, protagonizaba una entrevista en la televisión pública y contestaba a las cuestiones planteadas por 12 ciudadanos, cuestiones previamente seleccionadas, grabadas y emitidas a través de un plasma. Un Rajoy, que durante la legislatura tan sólo ha concedido cinco entrevistas más en las distintas cadenas televisivas, ahora tiene a bien duplicar sus apariciones.

Pero no es el único. El PSOE y su candidato, Pedro Sánchez, saben que en las próximas elecciones son el verdadero partido que se enfrenta en las urnas a los populares. Los demás son partidos y votos volátiles. Al menos, eso creen ellos. Y vuelven a las andadas con propuestas de programas obsoletos, como las relacionadas con la religión y la Iglesia o con la Memoria Histórica, en los que la gente ya no cree.

Por su parte, los ‘nuevos partidos’, que no tienen nada que perder, hacen su minucioso trabajo de hormiguitas y van comiéndole terreno a las confiadas cigarras. Apariciones casuales, debates alrededor de un café, estrategias de marketing diseñadas y estudiadas al detalle. Todo por ganar el voto de ciudadanos desencantados con el sistema político tradicional.

Pero ahí quedará todo. Volveremos a lo mismo de siempre. Ya han comenzado los sondeos y las encuestas cocinadas y precocinadas. Comienza la odisea de los líderes y de sus equipos de campaña por toda la geografía española. Es el momento de acordarse de los compromisos de hace cuatro años, de las promesas incumplidas. Hasta ahora han sido sordos y ciegos, pero prometen que si ganan el 20D, todo cambiará. ¿No han tenido tiempo, unos y otros, de mejorar la situación de este país que va quedándose a la cola del pelotón?

Pero no toda la culpa es de los políticos. Si ellos están donde están es porque nosotros los hemos puestos y gran parte de esasondeo-electoral responsabilidad es también nuestra. Nos rasgamos las vestiduras cada vez que aparece la palabra ‘político’ o ‘política’ en una conversación. Aborrecemos todo lo que tenga que ver con ellos. Hartazgo, desafección y apatía que después no se ven del todo reflejados en las urnas.

Cincuenta días. Nos quedan cincuenta días para conocer quién tomará las riendas de este país. Cincuenta días de demagogia, de verborrea, de sonrisas esquivas, de apretones de manos fingidos. Y después de esos cincuenta días, cuatro años en los que todo volverá a repetirse, porque cuando se llega a la poltrona, los compromisos se van disolviendo poco a poco.

 

 

 

 

4 comentarios
  1. Qué triste y qué acertado es tu planteamiento. Volveremos el 20D a depositar nuestro voto (con mayor o menor carga de castigo) y nos olvidaremos, durante cuatro años, que la democracia no es solo el hecho simbólico de depositar el voto en la urna, sino que debe servir para exigir a nuestros representantes, con el debate, la opinión y la lucha en la calle, que cumplan con su trabajo y que mejoren nuestro país.

  2. Así es, Curro. Yo no pienso quedarme cruzada de brazos. Muchos son los que me dicen que un consultor no tiene nada que hacer; que dónde está la gracia de trabajar con políticos. Creo en los políticos y creo que la política es necesaria, pero una política distinta, muy distinta a la que actualmente tenemos.

  3. Debo felicitarte, me has dejado impresionado

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