La Oratoria a debate

“De todos los talentos concedidos al hombre, ninguno es más preciado que el don de la oratoria. Quien lo detente, esgrime una cualidad más perdurable que la de un gran rey.”
Winston Churchill, The Scaffolding of Rhetoric.

 
Es innegable que la sociedad en la que vivimos nos exige hacer un uso adecuado de la lengua como instrumento indispensable para conseguir nuestros objetivos. Si queremos hablar bien, necesitamos conocer las técnicas de persuasión y las habilidades argumentativas necesarias para conseguir nuestros objetivo. Desde pequeños aprendemos una lengua y vamos articulando los sonidos que hay que ejercitar y practicar para hablar en público.

¡Que Dios te bendiga, Presidente!

“En mi comienzo está mi final”, decía T. S. Eliot, y el de Barack Obama ha llegado. Después de ocho años de mandato, el presidente saliente de los Estados Unidos abandona la Casa Blanca y se ha despedido como acostumbra a hacer en sus apariciones, con una extraordinaria pulcritud, en el más amplio sentido de la palabra. “Encontrar algo que decir”, afirmaba Bernbach, “es el comienzo de cualquier proceso de comunicación, pero cómo lo digas hace que la gente atienda, escuche y cambie de opinión”. Sin duda, Obama ha dado buena cuenta de que es un orador cultivado, en el que concurren los tres objetivos que todo orador que se precie debe perseguir: docere, delectare et movere.

Discursos políticos del siglo XXI: de la elocutio a la inventio*

Si tuviéramos que definir de algún modo el discurso político, diríamos que es una potente herramienta que tiene el candidato para darse a conocer y poner de relieve su posición y sus propuestas frente al electorado. Se trata de todo un conjunto de estrategias de las que el orador hace uso para influir en la actitud del auditorio, porque, no olvidemos, el fin último es persuadir.

Tú, tu propio mensaje

Desde que en el año 2011 se aprobara la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), a partir de la convocatoria oficial de las elecciones y hasta la celebración de las mismas “…queda prohibido cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos… Asimismo, durante el mismo período queda prohibido realizar cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos o proyectos de éstos…”. Terminados todos los actos sociales, llega el momento de escuchar al candidato, de oír sus propuestas, sus promesas, sus ideas … Es hora de poner nombre a la cosas, de salir a la palestra y dejar constancia de la veracidad de los hechos y de las palabras.