Pactos electorales

La importancia de los pactos electorales para gobernar

Una mirada a los sacrificios, la representatividad y la desafección ciudadana

Los pactos electorales entre partidos políticos son una realidad en muchos sistemas democráticos. Estos acuerdos juegan un papel crucial en la formación de coaliciones gubernamentales cuando ningún partido logra obtener una mayoría absoluta en las elecciones. Pero, ¿qué importancia tienen? ¿qué sacrificios deben hacer los partidos para ocupar cargos políticos? ¿qué repercusiones pueden tener en plebiscitos futuros? ¿quién pacta con quién?

Pactos electorales

Pactos y sacrificios

En situaciones en las que ningún partido político obtiene una mayoría absoluta, los pactos son clave para alcanzar una gobernabilidad estable. Pactos que pueden variar en términos de su contenido y de su alcance; de la jurisdicción y del sistema político específico de cada localidad; según las circunstancias políticas y las necesidades específicas de cada sitio; de la duración y las condiciones de temporalidad…

Pero, a menudo, estos acuerdos requieren sacrificios por parte de los partidos involucrados. Para ocupar la alcaldía u otros cargos políticos, los partidos pueden tener que ceder en ciertas demandas o principios, adaptándose a los intereses de otros actores políticos. Este compromiso puede llevar a la renuncia de políticas clave o a la aceptación de compromisos que pueden no estar en línea con las posiciones originales del partido. No obstante, estos sacrificios son una parte inherente del juego político y pueden ser necesarios para garantizar una gobernabilidad efectiva.

Es importante reconocer que los sistemas democráticos no siempre aseguran que el partido más votado asuma el poder

Uno de los debates en torno a los pactos entre partidos es si es legítimo que un partido que no ha sido elegido por mayoría gobierne. Es importante reconocer que los sistemas democráticos no siempre aseguran que el partido más votado asuma el poder. En entornos de votación fragmentada, con la presencia de múltiples partidos, los pactos se convierten en una alternativa viable para garantizar la formación de un gobierno estable y evitar la parálisis política. Pero no a cualquier precio, porque, si bien esto puede resultar efectivo en la elección de un partido minoritario, es fundamental que estos acuerdos sean transparentes y se comuniquen eficazmente a la ciudadanía, para que se comprendan las razones y los beneficios de estas coaliciones. Porque, como en la vida misma, la comunicación juega un papel importante en nuestras vidas. La comunicación política, mucho más. 

La desafección ciudadana y sus implicaciones

Es muy probable que la elección de un partido que no ha obtenido una mayoría en las urnas pueda generar una mayor desafección ciudadana. Los votantes pueden sentir que sus preferencias no están siendo respetadas y que el sistema no refleja adecuadamente su voluntad. Esta percepción puede erosionar la confianza en los partidos políticos y en el sistema democrático en general. Para contrarrestarla, es esencial que partidos y líderes políticos expliquen de manera clara y transparente las razones que subyacen en esas alianzas, demostrando cómo los acuerdos buscan alcanzar una estabilidad gubernamental y trabajar en beneficio de la ciudadanía en su conjunto.

Si las razones no son claras, terminará pasando factura, porque es muy posible que, en plebiscitos futuros, los resultados electorales pueden verse afectados por la percepción de que dichos pactos no representan las preferencias y demandas de los ciudadanos. Como resultado, probablemente, se producirá un aumento en el apoyo a movimientos populistas o anti-establishment, así como a propuestas de reforma del sistema político.  

En definitiva, los pactos para gobernar son una parte integral de muchos sistemas democráticos. Si bien pueden implicar determinados sacrificios, estos acuerdos son esenciales para lograr una gobernabilidad estable en situaciones de fragmentación electoral. Sin embargo, es crucial que se comuniquen de manera transparente a la ciudadanía para evitar posibles sorpresas a largo plazo, siempre debe estar en línea con los principios democráticos y la voluntad de la ciudadanía. No se puede pacta a cualquier precio.

Un Triunvirato para Ferraz

Allá por el siglo I a.C. y fruto de la alianza de tres (trium-) hombres (vir), surge en la Antigua Roma una forma de gobierno ejercido por tres personas a la vez, el Triunvirato. Con César, Pompeyo y Craso se firma de manera tácita el primero y Octavio, Lépido y Marco Antonio conforman oficialmente el segundo. Envueltos entre inspiraciones y conspiraciones, el primero terminó con el asesinato de César y el segundo con el dominio absoluto de Augusto en el mundo romano. De la República al Imperio. Sea cuales fueren los motivos, lo cierto es que el afán de poder y dominio sobre el mundo terminaron con las alianzas preestablecidas, que se presuponían necesarias para consolidar el gobierno de las instituciones.

Lo que debió ser y no fue entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez

Toda la maquinaria preparada para el esperado maratón de ‘El Debate’ que, en principio, prometía. Citas y compromisos anulados para no perder detalle de las más de cinco horas que pasé delante del televisor. Y como yo, miles de confiados y escépticos, de fieles e indecisos, que, aunque les cueste reconocerlo, estaban expectantes. Tres cadenas de televisión, más de trescientos periodistas acreditados, asesores y consultores por doquier… todos pudimos comprobar la degeneración que está sufriendo la dialéctica en política.

Orgías de campaña

En la antigüedad clásica, cuya cultura ha fijado los cimientos de la civilización occidental, las bacanales eran fiestas en honor al dios Baco (Dioniso griego) en las que el protagonismo estaba copado por ‘los excesos’; de comida, de bebida, de sexo…, pero excesos. Fruto de dichos excesos, se producían conspiraciones políticas y crímenes tales que a finales del siglo II a.C. el Senado romano promulgó una ley para prohibir su celebración y restringir el culto divino a lo puramente sagrado.

Pactos de impacto

Pasados los 20 días que marca la ley electoral, este fin de semana han quedado constituidos los más de 8.000 ayuntamientos de toda España, no sin cierto asombro en la mayoría de los casos. El día 24 se produjo un cambio en el sistema político actual. Se habló de descalabro de unos, de batacazos de otros; de resurgir de aquellos y del emerger de estos otros. Y entre descalabros, batacazos, resurgir y emerger nos encontramos con un cambio de color en la panorámica nacional. Un nuevo mapa de reparto de poderes, muy distinto hasta lo que ahora teníamos y a lo que los electores han manifestado en las urnas.