¿Hablas de mí? La retórica desde Aristóteles a Obama*

“…Ésa que se hace visible cuando se viste de largo y saca brillo a sus zapatos de bailar… La que convence y engatusa, inspira y embauca, entusiasma y engaña…” Ésa es la retórica y así se refiere a ella Sam Leith en ¿Hablas de mí?: La retórica desde Aristóteles a Obama, un manual distinto, actual, instructivo y de obligada lectura.

La historia comienza hace 2.500 años, en Siracusa, con Córax y Tisias, Tisias y Córax, y sus juegos de palabras para hacer de la retórica un instrumento entre la argumentación y la persuasión. Lo que ellos descubrieron, Gorgias lo difundió por el mundo y fue en el siglo V, en Atenas, en donde alcanzó su máximo esplendor, una Atenas que se estaba familiarizando con un experimento democrático radical; una Atenas cuyos aristócratas la utilizaron hábilmente para recuperar su debilitada influencia en la Asamblea. Retórica y antiretórica se establecieron en la Hélade sin ambages.