Yo también sentí miedo

Si me preguntaras por algo que realmente me hace feliz en esta vida, algo que me motiva, que me apasiona, que es capaz de sacar lo mejor de mí misma, te respondería que ese algo es tan sencillo y tan generoso como ponerme delante de un auditorio y compartir ‘mi tesoro’. Respondería que la vida me ha dado la gran oportunidad de disfrutar de una de las herramientas que todos los humanos compartimos, tan necesaria pero tan poco valorada, y que se ha convertido en el motor de mi existencia: la COMUNICACIÓN, en mayúsculas. Porque cuando descubres sus bondades, nunca más puedes vivir en minúscula.

La Oratoria a debate

“De todos los talentos concedidos al hombre, ninguno es más preciado que el don de la oratoria. Quien lo detente, esgrime una cualidad más perdurable que la de un gran rey.”
Winston Churchill, The Scaffolding of Rhetoric.

 
Es innegable que la sociedad en la que vivimos nos exige hacer un uso adecuado de la lengua como instrumento indispensable para conseguir nuestros objetivos. Si queremos hablar bien, necesitamos conocer las técnicas de persuasión y las habilidades argumentativas necesarias para conseguir nuestros objetivo. Desde pequeños aprendemos una lengua y vamos articulando los sonidos que hay que ejercitar y practicar para hablar en público.