Un Triunvirato para Ferraz

Allá por el siglo I a.C. y fruto de la alianza de tres (trium-) hombres (vir), surge en la Antigua Roma una forma de gobierno ejercido por tres personas a la vez, el Triunvirato. Con César, Pompeyo y Craso se firma de manera tácita el primero y Octavio, Lépido y Marco Antonio conforman oficialmente el segundo. Envueltos entre inspiraciones y conspiraciones, el primero terminó con el asesinato de César y el segundo con el dominio absoluto de Augusto en el mundo romano. De la República al Imperio. Sea cuales fueren los motivos, lo cierto es que el afán de poder y dominio sobre el mundo terminaron con las alianzas preestablecidas, que se presuponían necesarias para consolidar el gobierno de las instituciones.