Rancio olor a elecciones

Antes de que comenzara el Debate del Estado de la Nación, todos sabíamos que no se trataría de un debate al uso para evaluar el estado del país, sino que sería el punto de partida de un intenso año electoral que culminará con el voto de los ciudadanos en las urnas. No era el momento de hablar de herencias, de reproches, ni de propuestas de futuro. Ni de Bárcena, Griñán o Chaves. Era el momento de hacer balance anual y pudimos ver de todo menos eso. Mucho derroche de corbatas, de trajes, de tecnología, de democracia y tolerancia para terminar con un bronco, ácido y navajero debate entre los Sres. Rajoy y Sánchez.