De Política. Entre la ética y la estética

A propósito del libro de María José Canel, Comunicación Política. Técnicas y estrategias para la sociedad de la información, Fermín Bouza define la Comunicación Política como “una ciencia emergente que se mueve entre una versión científico-académica y una versión aplicada cercana a la acción política práctica y pragmática. Son las dos caras de toda ciencia. Sus aspectos teóricos y experimentales de carácter académico son las bases fundamentales de la Comunicación Política aplicada”.

La Venus del espejo (Velázquez)
La Venus del espejo (Velázquez)

Hay quien dice que esta etapa ha cambiado y que nos encontramos ante una nueva forma de entender la comunicación política, basada en estrategias de impacto. Lo que viene siendo ‘el más por menos’ o ‘el todo vale’. Cuál es la mejor manera de conseguir mayor número de votantes en menos tiempo y a cualquier precio. En estos días hemos visto a algunos representantes políticos que han hecho apariciones estelar en programas televisivos de cuestionable calidad con el fin último de conseguir un puñado de adeptos. Políticos que han emergido de manera precipitada, ávidos de votantes y simpatizantes.

Muy bien han sabido unos y otros hacerse eco de lo que la ‘conciencia incómoda de Roma’ proclamaba a gritos:

“… tienes que procurar ser visto a diario rodeado por gentes de todo tipo, condición y edad, porque muchos inferirán de ahí la fuerza de tus votos en el día de la elección. Tu popularidad se medirá por el número de los que visiten tu casa, por la multitud que baje al Foro contigo y por la cantidad de gente que te acompañe a todas partes. Considerando la costumbre actual de visitar a más de un candidato, el primer grupo no podrá ser muy selecto, pero debes aparentar que incluso ese pequeño homenaje suyo es para ti causa de profundo agradecimiento

(Cic., Commentariolum petitionis)

Y así lo han hecho, dejando relegadas al olvido otras tantas virtudes, como la justicia, la prudencia, la fortaleza y la templanza, que el Arpinate proclamaba a los cuatro vientos. Lejos parecen haber quedado los telediarios, las tertulias políticas, las ruedas de prensa, los mítines… bajo un esquema perfectamente estructurado. Ahora hay que ‘innovar’ con el consiguiente riesgo que ello conlleva. “Que hablen, bien o mal, pero que hablen”. ¿Dónde está la integridad, la cordura y la seriedad? ¿Dónde la dignidad? ¿Hasta qué punto es ética la estrategia de multiplicar las apariciones de los candidatos más allá del escenario meramente político? ¿Responder a todos sin distinciones? ¿Acaso no es lo mismo que comprar seguidores de manera indiscriminada en redes sociales?.

No dudo de que haya que acercarse al pueblo, al ciudadano, pero no creo que éste sea el formato más adecuado. Espero y deseo que el resto de dirigentes políticos se resistan a la tentación de aparecer en cualquier espacio televisivo. Porque ¿qué será lo próximo: Gran Hermano, Supervivientes o Mujeres, hombres y viceversa?

 

 

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